Situada en el corazón de la Mata Atlántica brasileña, la plantación Bom Jesus es un oasis de cacao que lleva años inspirando el desarrollo sostenible. Propiedad de la cooperativa de Cabrucaco, en el estado de Bahía, Bom Jesus está gestionada por Patrick, un hombre que ha hecho de la conservación y la regeneración de la tierra el objetivo de su vida. En 1987, Patrick se convirtió en uno de los primeros productores de cacao ecológico de Brasil, allanando el camino hacia la producción sostenible.

Bom Jesus opera en un sistema agroforestal, donde se cultivan cultivos intercalados utilizando prácticas de agricultura biodinámica. La plantación se ha transformado en un exuberante paraíso del cacao, donde la enfermedad del cacao se ha superado gracias al cultivo ecológico.

Con su certificación Demeter, Bom Jesus confirma su compromiso con la agricultura biodinámica. Estas prácticas se centran en garantizar la fertilidad del suelo y la captura de carbono, algo sumamente importante de cara al cambio climático. Más allá de los métodos de agricultura ecológica, Bom Jesus incorpora una perspectiva espiritual y energética, siguiendo estrictas directrices de prácticas sostenibles y regenerativas.